Compositor y arreglista de jazz, de pop-rock y de música popular. Contrabajista. Director de orquesta. Profesor de composición, de contrabajo y de bajo eléctrico; de dirección de orquesta y de análisis musical. Flamencólogo. Conferenciante de música clásica, de jazz y de flamenco.
Es Doctor por la Universidad de Alcalá. Licenciado en Armonía Contrapunto y Composición; en Dirección de Orquesta y en Pedagogía musical. Profesor de Contrabajo y de Solfeo, Repentización y Transporte.
Pero ante todo resulta ser músico.
Lo demás es en defensa propia y desea que coyuntural.
Ahora suena …
La pieza que oye y espero que escuche: “Toma ese puñal dorao”, da título al segundo disco de Clínica Tubu´. En ella, y en la que sigue, tocan mis amigos Paco García (Batería) y Andrzej Olejniczak (Saxo Tenor). Yo toco el Contrabajo y al cante está la extraordinaria cantaora de flamenco Carmen Linares. Esta pieza y la siguiente, son toda una declaración de intenciones respecto a lo que significa para mí la música de “fusión” en sentido general. Esta pieza está dedicada a todas las mujeres que han vivido conmigo.
Ellas y solo ellas me han hecho y me hacen vivir, aunque —he de decir en honor a la verdad—que solo a veces. En todo caso, para vosotras, ya sabéis quienes sois.
La segunda obra la he titulado “En otro tempo”. La flauta está tocada con el sabor inconfundible y único que le da a ese instrumento mi amigo Jorge Pardo. La guitarra flamenquísima, las palmas y el ánimo vocal son aportaciones de mi amigo Miguel Ángel Cortés que le da un toque definitivo y especial a esta pieza.
La “Invención nº 4” que puede escuchar en tercer lugar pertenece a mi obra “6 Invenciones y Fuga”, y la escribí por encargo del pianista Gabriel Loidi para su estreno en San Sebastián, y me sirvió como guía práctica de escritura contrapuntística para los alumnos que tenía en ese momento en “Musikene”. La grabación que oye fue realizada en directo en el Teatro de la fundación Juan March de Madrid.
La cuarta es jazz en estado puro. Una improvisación realizada en el estudio donde estábamos grabando el disco “Toma ese puñal dorao”. Durante uno de los descansos, entre toma y toma, nos pusimos a sonar utilizando como base el standard de jazz “Rhythm a ning”.